En el camino Fotografía de Javier Cabañero Valencia |
BANDERA VERDE
No hay que ser imprudentes con la
prudencia. Firme propósito de no intervenir nunca más en una polémica digital.
Los efectos secundarios son desproporcionados: el sosegado articulista de
chismorreos monárquicos, tras mi reflexión, desaparece para siempre, el joven
escritor se queda en la periferia para que nuestros pasos no coincidan, la
actriz ensaya estrenos de mañana, y el sarcasmo saca pecho y duplica su tono
argumental para que además de sarcasmo sea payasería. Más solo. La gente entiende siempre lo que no
quiero decir.
Con Cuba; las dictaduras son larvas erosivas que necesitan el epitelio de la ideología para practicar el camuflaje. Son muchas las causas del desmantelamiento económico y social de la isla; pero el cúmulo de errores internos es enorme. Y la represión también.
Los hábitos y la educación son hijos legítimos de la perseverancia. La barbarie que provocó la muerte de Samuel no es fruto de un tsunami etílico sino la consecuencia de habitaciones mentales repletas de estiércol… Una educación sin valores. No sé qué decir, pero los padres de esos degenerados supongo que no saldrán del estupor.
Durante unos años fui joven. Después envejecí. Ahora renazco poco a poco. En el camino. El ánimo del día tiene bandera verde.
(Del diario Bandera verde)
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