Ramón Eder (Lumbier, 1952) |
LA AUTOENTREVISTA COMO GÉNERO LITERARIO
¿ A qué se debe que publique solo aforismos los últimos años?
Desde que publiqué La mitad es más que el todo (Bilbao, 1998), un libro que mezclaba
relatos, poemas y aforismos, un libro por cierto que me costó mucho publicarlo
porque a finales del siglo XX la mayoría de los editores españoles o creían que
los aforismos solo los podían escribir los genios o pensaban que los aforismos
eran “chistecillos” de poco interés, pensé que yo quería dedicarme especialmente a este género porque creo que uno como escritor debe
dedicarse por honestidad al género que
mejor escribe (o que escribe menos mal) y creo que ese era y es mi caso.
¿Qué cualidades tiene que tener un buen aforismo?
Aquí vendría bien citar a Baltasar Gracián
que escribió uno de los aforismos más citados de todos los tiempos, aunque solo
se suele citar la primera parte, que dice : “Lo bueno, si breve, dos veces
bueno”. El aforismo, en mi opinión, tiene que ser muy breve, si no ya entramos en
otros terrenos como el fragmento que puede ser prosa aforística pero que en
esencia es algo diferente al aforismo. Dicho de otra manera “un texto que no es breve no es un aforismo”. Y,
naturalmente, además de breve debe decir algo inteligente y decirlo con gracia.
¿Hay en su opinión mucho plagio entre los escritores de aforismos?
Sí, porque es muy fácil plagiar aforismos. Y no digamos si uno mira aforistas extranjeros en Internet y traduce sus aforismos cínicamente, por ejemplo. Ese tipo de plagio es fácil e innoble. Pero existe otra forma de plagio muy común que consiste en lo que se podría llamar “darle la vuelta al calcetín”, es decir coger un excelente aforismo, copiarlo y al final cambiar alguna palabra para decir algo sorprendente o lo contrario a lo que decía su autor. Estos aforismos son respetables solo si mejoran el aforismo original. Y es que el plagio bien entendido no es deshonesto, puede ser un estímulo para escribir. Todos los grandes escritores plagiaron. A mí me han plagiado mucho y lo considero un honor, pero solo cuando el plagio supera mi aforismo original.
¿Suele leer textos teóricos sobre el
aforismo?
Sí, pero no muchos. Hace años sí que leí abundantes ensayos sobre el género aforístico pero me considero sobre todo un escritor de aforismos, un aforista, y creo que puede ser peligroso el ser demasiado consciente como creador de la parte teórica, intelectual o histórica del aforismo , y así como un pintor no tiene que ser un erudito de la pintura sino una persona sensible y talentosa que experimenta y trabaja mucho en su taller, un aforista es alguien que piensa mucho las cosas, lee y relee mucho pero de muchos géneros y escribe poco porque no es un novelista sino que lo suyo es la brevedad y la capacidad de síntesis.
Por supuesto. El aforismo no es inferior a ningún otro género. La lista de
grandes escritores que eligieron el aforismo para expresar sus ideas es
respetabilísima aunque los desmemoriados la olvidan. Pero La Rochefoucauld, Lichtenberg, Schopenhauer, Nietzsche, Oscar Wilde, Bernard
Shaw, Jules Renard, Witgenstein, Lec, Juan Ramón Jimenez, Bergamín, Kraus, Gómez
Dávila y otros muchos grandes escritores practicaron el aforismo porque creían
que un género excelente para expresar las ideas, los matices de la verdad, las
trampas del lenguaje, los peligros de la ética mal entendida, los secretos de
la estética bien entendida, los límites de la filosofía, en fin, las verdades
paradójicas de la vida.
¿Piensa que España actualmente tiene un buen nivel en cuanto al aforismo se refiere comparado con otros países?
Es
difícil tener una opinión contrastada sobre el asunto porque ¿qué sabe uno del
aforismo actual en Noruega o en Australia? Serán los eruditos de las universidades que sean
poliglotas y lean revistas extranjeras los que puedan tener una mirada panorámica y tengan
un criterio más o menos objetivo sobre el aforismo en la actualidad en el mundo. Pero como opinión personal por
una serie de escritos que he leído sobre el tema y por la lectura de diversos
libros de aforismos recientemente publicados en España creo que estamos en un
buen momento aforístico en cantidad y calidad. Pero tampoco hay que caer en
absurdos triunfalismos, si hay unos pocos aforistas muy buenos y unos cuantos respetables podríamos darnos
por satisfechos. Los genios nunca abundan...
Sin
duda se parecen en la brevedad pero
tienen actitudes casi contrarias. Yo en algún sitio escribí que un refrán es un
aforismo con mucho ajo. EL refrán es puro sentido común mezclado con mucho egoísmo
primario y es el aforismo de los que no leen. Y al revés, el aforismo podría
ser el refrán del que ha leído mucho y acepta la paradojas mas que las verdades
como puños .
¿Cree que se editan bien los libros de aforismos?
Sí,
aunque yo sería partidario de dejar más espacio entre aforismo y aforismo para
que respiren porque cada aforismo es un texto independiente. También sería
partidario de emplear letra algo más grande que la que se suele utilizar. Me
gustan los libros alargados, libros literalmente de bolsillo, que quepan realmente
en un bolsillo. Las ilustraciones en este género, si me gustan, las veo con
agrado y sirven para respirar porque el aforismo es un género muy intenso. Y,
agradezco el buen papel, algo grueso para que no trasparente las palabras de la
página anterior y la edición muy cuidada hace más atractivo al libro. Valoro también el olor. Los libros huelen pero no siempre
bien… Hay tintas que huelen mal. Habría que tener cuidado con el olor de los
libros, algunos huelen a roble y me gustan, otros huelen a química y me
desagradan.
Más
bien es todo lo contrario. Existe un aforismo irónico y paradójico que es muy
interesante porque mediante una broma dice una gran verdad, pero no es una
broma sino que utiliza esa fórmula para llegar más lejos en el pensamiento. De
hecho a los aforismos a los que les falta el humor suelen ser solemnes y
tramposos. Los grandes aforistas casi siempre han sido grandes humoristas, pero
nunca chistosos.
¿En qué se diferencia el aforismo de otros géneros breves?
Esta
pregunta la respondería mejor un filólogo porque es una cuestión de matices. De hecho es fácil confundir algunas
brevedades llamándolas de una manera inadecuada. Y es que están las máximas,
los apotegmas, los emblemas, los proverbios, las sentencias, los adagios, los refranes, los dichos etc. etc. Y hay
más…Quizás del aforismo se podría decir
que es una frase breve pero con una carga filosófica muy importante y con un
nivel formal muy alto propio de la poesía.
¿ A
qué tipo de lector le gusta el aforismo?
Es imprevisible saber a qué lector le
puede gustar el aforismo. Pero sí se puede saber a quién no le gustará. No les
gustará a quien no le gusta pensar, ni al que no le gusta dudar sino tener las
cosas claras, tampoco le gustará al lector pasivo que quiere que se lo den todo
hecho y quizás tampoco les guste a muchos filósofos que creen que es un género
frívolo porque ellos dedican mucho tiempo y muchas páginas para desarrollar una
idea y el aforista lo hace en una frase y en un minuto, claro que también se podría
decir que construir esa frase le ha costado al aforista toda su vida. Lo cierto
es que hay grandes filósofos que valoran mucho el aforismo y que ellos mismos
han sido grandes aforistas.
Ramón Eder
Muy agradecido al escritor navarro Ramón Eder por esta colaboración excepcional en el blog "Puentes de papel". Refrenda su sabiduría lacónica y su razón verbal; así que abre nuevas posibilidades a esta aventura literaria que llena mis días de complicidad y compañía. Gracias, Ramón; amanecida siempre, tu amistad.
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