En Ávila, enero de 2015 |
También soy yo
por la fidelidad a mis contradicciones,
por permitir gozoso,
cuando las plazoletas solitarias
reivindican el silencio y la sombra,
que un recuerdo me asalte en el espejo
como un rastro de luz, leve, intangible,
e inicie una liturgia
con frecuencia de rito
de nombres, fechas, gestos
y túmulos de sueños
nadando alborozados en el mar
de una cronología sospechosa.
Tanta dulce mentira esconde a otro.
Poesía (1990-1998)
Encuentro, Rivas-Vaciamadrid
Estuve hace menos de dos años en Ávila y me pareció un sitio precioso, me gustó muchísimo José Luis, lo disfruté en cada paso que dí por sus rincones y calles. Además, a mí que me gusta tanto la figura de Teresa de Jesús, me hizo especial ilusión. Creo que has elegido muy acertadamente tu poema que habla de contradicciones para publicarlo con esta imagen de Ávila, porque si hay contradiccciones hermosas son, sin duda, las de Santa Teresa de Jesús ¿no?
ResponderEliminarUn poema bonito, ilustrado por una foto y lugar precioso.
Gracias José Luis!
Un abrazo,
Sandra Sánchez.
Es verdad, Sandra, pocas ciudades peninsulares tienen la belleza monumental de Ávila. Allí estudié durante muchos años y allí regreso muchos fines de semana para encontrarme con quien fui, con esas contradicciones al paso que nos deja el presente. Un fuerte abrazo y que disfrutes del fin de semana.
EliminarY en esas andamos, a vueltas con los muchos que acarreamos.
ResponderEliminarEn otro orden, me gusta esa nueva mano de pinturas que has dado a "nuestros" puentes de papel.
Un abrazo.
Querido Antonio, aquel dictum tremendista "renovarse o morir" a veces se pone serio y me saca de mis hábitos. Aquí tiene razón. Hay que cambiar de traje para dejar en los demás la sensación de que el yo es otro. Me alegra mucho que te guste el nuevo formato del blog que sigue en sus textos y en sus diálogos con las imágenes con la filosofía de siempre. Que la gripe no sea cicatera y se vaya pronto. Que te mejores...
EliminarLa poesía nos desvela nuestro propio ser. Un hermoso poema José Luis.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Gracias de corazón por tus palabras; estoy de acuerdo: la poesía no es más que el regreso hacia el yo. Ya sabes que la ciudad de Ávila es parte central de mi memoria y el sitio donde viven las mejores secuencias del pasado. Feliz fin de semana.
EliminarGracias por el poema, José Luis. Estoy contigo en que la identidad propia también está dibujada por la fidelidad a las contradicciones de cada uno. Un abrazo y buen fin de semana.
ResponderEliminarAsí es, Javier, la coherencia es siempre un itinerario de contraluces. Agradezco de veras tu comentario en el blog, crea el espejismo de un café cordial compartido en la tarde del sábado.
ResponderEliminarMe gusta esta soleada autobiografía, José Luis. Las contradicciones le definen a uno como persona flexible que no pretende parapetarse en verdades únicas.
ResponderEliminarUn abrazo.
No tengo verdades perennes , querida Fanny; tengo algunas certezas para salir al paso y la esperanza de vislumbrar un poco de sensatez en la maraña de lo cotidiano. Gracias por tu presencia en los puentes de papel. Es una alegría percibir que estás.
EliminarEl ser humano es pura contradicción, sería necio rehuir de ese veredicto. Otro hermoso poema el que compartes en esta ocasión. Un abrazo
ResponderEliminarGracias amiga; la crónica de urgencia del Ateneo ha dejado poco sitio a este poema en el espejo. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarBueno, así andamos algunos: escarbando en las (dulces o no) mentiras, para encontrar a ese otro que no quiere ser descubierto.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Qué grato es encontrar de nuevo tus palabras, Amando; la existencia tiene mucho de senda inexplorada. Somos ese desconocido que vive por nosotros. Un fuerte abrazo desde Rivas.
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