Atardecer en Rivas (Madrid) |
MERIENDA
Para Oliver,
que buscaba haikus y frutas
Bebe la tarde
zumo de naranja,
y mancha el cielo.
Muy apropiado para la merienda y bello. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, poeta, ya sabes que el haiku debe capturar ese instante oportuno que se borra en el tiempo. Y en eso estamos: en dar vida a lo perecedero a partir de cualquier experiencia diaria. Un abrazo y gracias por tu continuo estar.
EliminarMaravilloso atardecer granate que antes fue dorado y que pronto será gris.
ResponderEliminarSon nubes que han dejado nieve; como que las que pasan hoy por Tierra de Campos.
Un abrazo, poeta, y que la merienda sea placentera.
Es un guiño cordial a un alumno de 1º de ESO que esta mañana me preguntaba con esos grandes del afecto: "Profe, qué es un "jaiku"... Y esta tarde en el paseo diario vi un cielo sorbiendo zumo de narnja. Y encontré la respuesta para Oliver... Gracias Luis Ángel por tu diálogo y por dedicarme un poco de tu tiempo,,,
EliminarEspléndido haiku, tanto como ese atardecer. Besos.
ResponderEliminarGracias, María; y enhorabuena por esa recapitulación biográfica y literaria de tu blog. Son muchos años y muchos reconocimientos en las páginas del poema. Mis felicitaciones.
EliminarQué zumo tan delicioso. Gracias,
ResponderEliminarHola poeta, la tarde estaba con apetito y yo quedé encantado de con ese mantel manchado de naranjas... Un fuerte abrazo y mi gratitud por hacer de este blog un diálogo continuo y lleno de afecto.
EliminarQué haiku tan bonito!! me encanta José Luis, me gusta mucho porque muestra claramente lo que es "otra forma de mirar" , de ver... es triste quedarse siempre en lo obvio...hay tanta belleza en lo que está en ese segundo plano que hay que saber ver...
ResponderEliminarGracias!!
-Sandra Sánchez-
Querida Sandra, tus palabras son siempre una invitación al abrazo, es como si no existiesen las distancias y estuvieses al lado, viendo el horizonte que deja en mis ventanas cada día. Besos.
EliminarEl cielo nos ofrece su increible colorido como un manjar al que poder enaltecer con un bello haiku como el tuyo. Sin duda hay atardeceres dignos de ser elogioados, pintados y quedar por siempre grabados y almacenados en nuestra memoria. Gracias por compartirlo José Luis. Buen fin de semana. Un abrazo.
ResponderEliminarHola carmela; el invierno no olvida su regalo diario: un poco de frío y un crepúsculo perdurable. Que tengas un fin de semana entrañable.
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