Tacto de invierno Fotografía de Adela Sánchez Santana |
QUEJAS
Están ahí, evidentes, tangibles, dispuestas a
gritar con sus voces antiguas, manchadas con el polvo saturado de los malos
recuerdos. Recorren ateridas nuestra voz para que las propague como un cauce
azaroso entre los juncos. Y tienden un
sombrero en las aceras de los días al paso, para que los que escuchan se
detengan callados un instante y pongan en su seno unas monedas, la calderilla
triste de la compasión.
Mi querido Jose Luis, muy dadas a la soledad, nuestra mas fiel amiga y compañera, tus letras, en medio de todo y de la nada los pensamientos vuelan y a veces percibes tu entorno a veces ni tan siquiera lo vez, mas estas en ese yo interno tratando de librarse de tristezas, de momentos que habitan el recuerdo y que no quieres mas pues se te hace una carga muy pesada
ResponderEliminarA veces el cansancio querida Consuelo apresa músculos y sueños, y uno tiene la sensación de que no podrá seguir demasiado lejos porque el camino es largo y además no tiene en su final ninguna luz, ninguna amanecida; así que el pesimismo despliega alas. pero amanece al día siguiente y todo vuelve a su sitio; como tu amistad. Un fuerte abrazo agradecido.
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