Gracias, querido Paco, si miras la calle verás alrededor ese tono lúgubre que convierte la convivencia en abandono... Hace falta silencio y labor, la paciente artesanía de la araña para reconstruir... Un fuerte abrazo.
Perdona mi tristeza vallejiana, querido Antonio, ya sabes que busco siempre amanecidas y que me molesta el tono quejumbroso y pesimista, pero es inevitable sentir estos días un poco de angustia en el pecho. Abrazos.
Lo que da de sí un simple cristal roto. El trasfondo es inmenso y me gusta el planteamiento. Un fuerte abrazo Poeta con mayúsculas.
ResponderEliminarGracias, querido Paco, si miras la calle verás alrededor ese tono lúgubre que convierte la convivencia en abandono... Hace falta silencio y labor, la paciente artesanía de la araña para reconstruir... Un fuerte abrazo.
EliminarEsencia y vuelo.
ResponderEliminarAsí tu haiku: imagen
que nos traspasa.
Perdona mi tristeza vallejiana, querido Antonio, ya sabes que busco siempre amanecidas y que me molesta el tono quejumbroso y pesimista, pero es inevitable sentir estos días un poco de angustia en el pecho. Abrazos.
EliminarEsos reflejos que la araña duerme, posiblemente, sean solo proyecciones en el cristal fragmentado. Un haiku con mucho trasfondo, amigo José Luis.
ResponderEliminarAsí es, María José, son tiempos de lecturas subterráneas en los que incluso el haiku se hace más denso. un fuerte abrazo, siempre entrañable.
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