Contraluz urbano (Toledo, 2016) Fotografía de Hilario Barrero |
Ciudad privada
Una vez más regreso a la
ciudad de siempre.
Descifro con premura
un largo itinerario de
recuerdos,
mientras sube, con ardor
renovado,
la hiedra de otros días
desde un lejano sueño hasta
la boca.
Pero nada es igual, aunque
contemple ileso
el dócil deterioro,
antiguos edificios
maquillados de tiempo.
No logro adivinar qué signos,
qué paredes
ocultan las hogueras del
pasado.
No hay rastros inmutables, no
hay indicios
de una felicidad remota en la
memoria.
Cuánta mano vacía, cuánta
ausencia;
quedaría conforme siquiera
vislumbrando
una imprevista huella, algún
reflejo.
Se reiteran mis pasos por
calles desoladas,
mi soledad se enquista en
noche,
suena el reloj de un
campanario,
aburrido neón de pupila
naranja
vierte sobre mi busca un
guiño cómplice
y una difusa luz precede al
día.
La llegada del alba desvanece
esa ciudad cuyo nombre es olvido.
(De la antología Mapa de ruta, Granada, 2010)
Los mismos sitios
ResponderEliminarcon el paso del tiempo
son otros sitios.
Qué buen haiku, lo suscribo de inmediato; los lugares de la memoria no envejecen, solo cambian de ubicación como si preservaran latidos antiguos, que no se apagan nunca. Un fuerte abrazo y mis mejores deseos navideños.
EliminarzUmO, me encanta el haiku.
EliminarA mí también, Sandra, por eso me permito recomendarte un ensayo que abrió la puerta a los tres versos en nuestro país; es de justicia recuperar esa visión que ha hecho de la brevería una herramienta poética de primer orden. Se trata del volumen "El haiku japonés" de Fernando Rodríguez -Izquierdo, sin duda el mejor conocedor de la estrofa en nuestro idioma. Un fuerte abrazo.
EliminarEl tiempo transforma los recuerdos, a veces los hace desaparecer pero siempre deja una huella en nosotros que nos hace ser lo que somos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el poema José Luis. Es una delicia leerte.
Feliz sábado!
Cuánto agradezco tus palabras, Sandra; tengo un fuerte compromiso diario con el blog - lo sabes de sobra- y me empeño en buscar imágenes y textos afines, que logren la mirada cómplice del lector; no muchas veces se consigue, así que no sabes cuánto valoro tu ánimo firme y tu cercanía. Un fuerte abrazo.
EliminarBello poema, José Luis, como la hiedra de entonces.
ResponderEliminarGracias querida Marisol, ahí ando, en esas labores reflexivas de la memoria que llenan mis manos con sensaciones de otro tiempo. Un fuerte abrazo y felices fiestas para los dos.
EliminarBello poema, José Luis, como la hiedra de entonces.
ResponderEliminarMe ha encantado. Un placer leerte.
ResponderEliminarMuy amable, Stephen, y una suerte pensar que la literatura es un puente para caminar juntos en la amistad y en el afán cultural. Abrazos y feliz jornada.
EliminarQué belleza! Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, Romina, y la esperanza de que encuentres sitio y hospitalidad literaria en estos puentes; la literatura es solo un cajón sombrío, cuando no tiene miradas nuevas como la tuya. Abrazos.
EliminarQuerido José Luis has rescatado ese poema como el que rescata un recuerdo. Ojalá todos los buenos recuerdos se les pudiera dar vida, como se les vuelve a dar a unos bellos versos al leerlos. Abrazos y feliz domingo.
ResponderEliminarFeliz domingo, querida Carmela, soy de los que piensan que el pasado es la verdadera vida y que el ahora solo se vive para que alguna vez pueda habitar la memoria, feliz e inalterable. Siempre es una alegría tu regreso. Un abrazo.
EliminarMe encantó tu ciudad privada.
ResponderEliminarTodos tenemos una, pero la tuya es tan poética...
Querida Tracy, mi ciudad privada siempre tiene un sitio para ti, con té caliente, con limón, con libros; es una manera de darte las gracias por estar siempre.
EliminarEl olvido, esa mancha en el centro de los ojoss...
ResponderEliminarUn beso grande, Gabriela, por editar con tanto mimo mi poesía; por buscar en esa distancia que nos separa un umbral que deja abierta la casa común. Muy feliz por tu trabajo.
EliminarTu poesía es en sí un mimo para mi yo lectora. Es un absoluto placer leerte y compartir la belleza y altura de tu trabajo. No hay distancia que separe la palabra cierta y común. Todo milagro es poesía.
EliminarPues hay que seguir en vela porque la única forma de escribir el poema es hacer de su oquedad palabra necesaria. Un gusto tu mimo literario, poeta.
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