Don y aventura (Antología poética) Claudio Rodríguez Edición de Sergio García García y Manuel López Azorín Eirene editorial www.eireneditorial.com 2018 |
DON Y AVENTURA
Los estudios críticos suelen fragmentar las
promociones literarias mediante etiquetas generacionales que permiten la foto
de grupo. Así ha sucedido con la Generación del 50, un grupo de escritores en
prosa y en verso que vivieron en primera persona la guerra civil y cuyo
itinerario creador ha estado condicionado por el corsé histórico de la
dictadura franquista. De ellos forma parte Claudio Rodríguez (1934-1999), cuyo
primer libro, El don de la ebriedad consiguió
el Premio Adonais en 1953, cuando su autor solo tenía diecinueve años.
Tal precocidad creadora nunca se vio
defraudada. Claudio Rodríguez es una voz atemporal, a cuya textura se han
dedicado incontables trabajos críticos. Pero estas aproximaciones nunca
defraudan porque el poeta zamorano admite la profundidad y la interpretación.
Es un cauce hondo que sigue enriqueciendo la mirada del lector.
La obra de Claudio Rodríguez se revisa de
nuevo en Don y aventura, aproximación
crítica preparada por Sergio García García, profesor de la Universidad Autónoma
de Madrid, y Manuel López Azorín, poeta y crítico literario. Vaya por delante
que en Don y aventura prima el
acercamiento de superficie, que busca para la bibliografía creadora del
zamorano, un ámbito lector amplio, nunca cercado por el rigor metódico del
especialista y por la hermenéutica filológica.
La introducción recuerda aquel dictamen con
aspiraciones proféticas de Vicente Aleixandre. Sorprendido el inquilino de
Velintonia de la madurez juvenil de Claudio Rodríguez en los poemas de Don de la ebriedad anticipó lo conplejo
que sería remontar el vuelo alto de aquella epifanía. Erró en su juicio el
ilustre Premio Nobel. Y con amistosa complicidad pudo asistir a un trayecto
creador, mesurado en su desarrollo pero prolongado en títulos como Conjuros (1958), Alianza y condena (1965), El
vuelo de la celebración (1975) y Casi
una leyenda (1991), todos ellos conocidos y agrupados en nutridas
antologías editadas por lectores singulares como Carlos Bousoño, Fernando
Yubero, Antoni Marí, Luis García Jambrina o Clara Miranda, quien siempre ha
sido el máximo baluarte sentimental y literario del poeta. No quiero olvidar a
otro estudioso de Claudio Rodríguez, el poeta y cantautor Luis Ramos de la
Torre, quien ha escrito un mapa referencial sobre la obra del escritor y
académico en su ensayo El sacramento de la materia. Poesía y
salvación (2017).
La selección poética integrada en Don y aventura es muy amplia. Están
representados todos los poemas, siguiendo como versión definitiva de los mismos
la realizada por editorial Tusquets en 2001. Y se completa la muestra con una
serie de apéndices. En ella se integran los textos que Claudio Rodríguez
denominó “Poemas laterales”, ya editados por Luis García Jambrina en 2006. En
los apéndices también los textos de la composición “Cuando la vejez”, que se integraba
en Aventura, el poemario en el que
trabajaba el autor cuando falleció, y cuyos manuscritos abren las ventanas del
taller literario y del proceso de composición. Y como coda, un texto elaborado
por Claudio Rodríguez como liminar al volumen Desde mis poemas, que sería reconocido con el Premio Nacional de
Poesía en 1983. Son datos de una clarificadora Nota de autor, incluida tras la
bibliografía claudiana completa.
Don y
aventura es un volumen muy atinado, tanto en sus perfiles teóricos como en
la generosa contribución de poemas. Refrenda las cualidades de un legado
creador que trasmite ética y naturalidad, un epitelio existencial en el que el
sujeto poético se dibuja como un caminante que lleva consigo el equipaje de la
inocencia, esa mirada limpia de quien sabe que la claridad es un don cercano y
una puerta de absorción de la realidad. Nos franquea la entrada a un entorno
cuyas vibraciones nunca son ajenas. El muestrario textual incide en la idea de
que la poesía es abrazo y comunión entre hombre y naturaleza, un gesto que
deposita en la conciencia la emotiva estela de lo perdurable.
Amigo José Luis, gracias por tus palabras sobre nuestro querido Claudio Roodríguez, sobre esta Antología complementadora y sobre mi ensayo "El sacramento de la materia (Poesía y salvación en Claudio Rodríguez)". Abrazos amigo y buen día!!
ResponderEliminarQuerido Luis Ramos, tu aproximación a la estela creadora de Claudio Rodríguez es definitoria y ejemplar, he vuelto a sus páginas al abordar esta mirada crítica, así que solo queda darte la enhorabuena y decirte que es hermoso seguir caminando con tu literatura y tu afecto. Muchas gracias.
EliminarHasta ahora, aunque lo leí esta mañana, no he tenido tiempo de leer de nuevo tu texto, José Luis, que tanto Sergio García García como yo te agradecemos. Y lo hacemos porque, como tú dices, esta antología pretende,con la precisa filológica pero divulgativa introducción de Sergio, atraer mas lectores a la poesía de Claudio.
ResponderEliminarGracias de nuevo Jose Luis.
Pues plenamente conseguido el propósito querido poeta y con nota: deja en el lector un deseo de regresar a los itinerarios creadores de Claudio Rodríguez, así que solo cabe felicitar a los dos autores de la edición "Don y aventura". Un abrazo fuerte desde Rivas.
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