Algas fotografía de Internet |
TIEMPOS
VIRTUALES
Con mi gratitud por
su poesía,
a Víctor Peña
Dacosta
Conócete a
ti mismo, escuchó. Y se hizo un selfie.
*
Abría y
cerraba a diario las ventanas de Windows,
pero sus laberintos interiores preservaban un intenso olor a soledad y a moho.
*
La
posverdad, esa opción monolítica de la mentira.
*
Todas las
ofertas de telefonía móvil están dirigidas al yo horizontal, ese sujeto
sobresaltado y frágil que hace un instante dormía la siesta.
*
Intimaron
tanto que convirtió a su videoconsola en pareja estable.
*
Esos
sustantivos que emplean los mejores de mi generación y suenan a proclamas
revolucionarias: izquierda, tolerancia, amistad, leal, coherencia, trabajo…
*
Los
opinadores ratifican las ideas propias, mientras aplauden conmovidos el proceso de canonización
laica. En proceso la meritoria canonización de Jesús Cintora, Wyoming, Monedero
y Rufián, esos filósofos de la posposposmodernidad… En la derecha, los opinadores sufren una metamorfosis y se convierten en resentidos que cuentan las faltas de ortografía de la tesis doctoral de Pablo Iglesias.
*
Cuando mando
argumentos a mis amigos, percibo la inmediata utilidad; todos emplean mis sugerencias como
hogareños felpudos.
*
Estoy
pensando que ser feliz es un estado de Faceboook.
*
Perdí el
paso al razonar sobre los amigos de mis amigos y los enemigos de mis enemigos.
menos es más y no sé si todavía funciona el GPS…
(Anotaciones para un
diario)
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