Entrevista con JOSÉ LUIS MORANTE
PLANOS
CORTOS. Aforismos y cine
César
Rodríguez de Sepúlveda
José
Luis Morante (El Bohodón, Ávila, 1956), poeta, crítico e impulsor del blog
“Puentes de papel”, publica casi simultáneamente dos libros enteramente
consagrados al aforismo:
Migas de voz (México, UNAM, 2021) y
Primeros
planos (Gijón, Trea, 2021). El primero es una antología de sus dos
anteriores entregas aforísticas,
Mejores días (2009) y
Motivos
personales (2014), e
incluye también una selección de inéditos. El segundo recopila aforismos
relacionados con el mundo del cine
-Te interesas por el aforismo cuando ya has
publicado varios libros de poesía, en 2005. Desde entonces, tu interés por
estos diminutos proyectiles verbales no ha hecho más que crecer. ¿Cuáles son
las razones de tu fascinación y cómo llegas a este género?
El
arranque editorial en esta estrategia expresiva es de 2005, con el cuaderno
Sueltos, una mínima publicación que
recogía unos cincuenta aforismos; pero llegué al género casi en el comienzo de
mi escritura en 1990, a través de lecturas de clásicos españoles como Antonio
Machado, Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la Serna o Carlos Edmundo de Ory.
Me parece ejemplar su precisión, su apertura temática y ese diálogo intimista
entre pensamiento y poesía.
-Las historias de la literatura al uso no
suelen prestar demasiada atención al aforismo, a pesar de que ha tenido
ilustrísimos cultivadores: Lichtenberg, La Rochefoucauld, Cioran o, entre
nosotros, Antonio Machado. Tal vez sea no tanto por su brevedad extrema como
por ser textos que no terminan de encajar bien en ningún contenedor genérico.
A
través de la historia el aforismo ha tenido una presencia ejemplar, Marco
Aurelio, Hipócrates, Gracián, Montaigne… Pero la consideración mayoritaria es
asociar el aforismo con un género menor; todavía reivindicamos su calidad
literaria y su pluralismo formal; el molde conceptual es tan cambiante que necesita
un soporte teórico fuerte. Y esa contingencia bibliográfica necesita tiempo. En
ella están algunos ensayistas que ponen la cimentación del decir breve: José
Ramón González, Juan Varo, Manuel Neila, Demetrio Fernández Muñoz, José Luis
Trullo…
¿Es poesía, es filosofía, es ensayo o es,
como tú sugieres, “una novela de ideas”? ¿Cuál es su relación con el
microrrelato?
El abrazo
conceptual unifica ingredientes diversos; como estrategia expresiva aborda
pensamiento, lirismo, sustratos temáticos que interpretan la realidad o viajes
interiores a los laberintos del yo; el resultado es claro: una novela de ideas
con exposición, nudo y desenlace que a veces cabe también en el espacio angosto
del relato hiperbreve.
-Leyendo Planos cortos se me ocurre que el aforismo es el territorio del yo.
Un yo que toma distancia en dos momentos sucesivos, uno centrífugo y otro
centrípeto: la perplejidad de la mirada y el sometimiento de la realidad al yo
a través del lenguaje.
La
realidad y el sujeto son los dos espacios indagatorios básicos; los dos
alumbran un largo viaje de conocimiento y experiencia; desde esos itinerarios
se escriben los aforismos de
Planos
cortos; son textos conscientes de que ficción y realidad no son entidades
firmes, cerradas, autónomas, sino espejismos cercanos que necesitan
materializarse a través de las palabras y las imágenes.
La escritura alienta una actitud constante
de búsqueda. ¿No es, en último término, el propio sujeto el principal objeto de
reflexión del aforismo?
A
esa certeza llegaron voces referenciales como Heráclito: “Conócete a ti mismo”,
o Montaigne: “Yo mismo, lector, soy la materia de este libro”; la conciencia en
su fluir sirve de brújula hacia ese demorado viaje introspectivo. Esa labor
define el empeño tenaz de la existencia; escribir es caminar.
En Primeros planos has seleccionado
exclusivamente textos acerca del cine, que defines maravillosamente como
“oficio de luz”.
Esa
paradoja de la sala a oscuras y los sentidos pendientes de una pantalla llena de
luz me capturó de inmediato; en los años de Ávila, el cine era el mejor premio
que los colegiales internos del bachillerato teníamos para el fin de semana; la
proyección abría las puertas de la imaginación. Su lluvia de imágenes germinaba
el páramo estéril de los inviernos mesetarios. Así que rebobino gratitud a
través de
Planos cortos, cuyos
materiales Juan Varo explica en el prólogo con luminosa palabra.
Es un lugar común afirmar que ha dejado
hacerse cine como el de la época dorada de Hollywood. ¿Crees que el gran cine
pertenece irremediablemente al pasado, al territorio de la nostalgia, o te
interesa también el cine actual?
Todas
las artes nacen en un momento histórico concreto y en él se definen y se
adaptan; la celeridad digital ha propiciado una fuerza tecnológica insólita y
ha generado otros enfoques en la forma de realizar las películas; por tanto, el
buen cine no es arqueología de la memoria; es la raíz de un tronco fuerte y
ramificado que sigue generando excelentes frutos. El cine es un estrato de mi
identidad;
mimo su buena salud llenando
mis noches con nuevas películas; cada vez que voy al cine, alguien dentro
susurra: esta es mi casa.
César Rodríguez de Sepúlveda
Profesor de Lengua y
Literatura, poeta
EL CUADERNO DIGITAL
(Madrid, mayo de 2021)
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