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Puzzle |
PIEZAS SUELTAS
Al abandonar reductos, las quejas prefieren la exposición
teatral y una luz complaciente.
El paso natural de los inadvertidos fluye rutinario en la
elección de trayecto: de la ausencia a la ausencia.
La biblioteca, ese redescubrir las deudas contraídas.
Un itinerario de rarezas donde no se puede claudicar; una
trinchera frente a la normalidad.
Crepúsculo, aleteo, sopor, engarce, azul, cisne… ese gotear
de palabras con moho.
Los malos poemas tosen; tienen respiración errática.
Del lado de la niebla una conspiración insumisa entre
sustantivos comunes, verbos fríos y adjetivos ecuánimes.
Esto es mi vida, nombres propios que ya no recuerdo; el tramo
final de una biografía deja sitio para mucho olvido.
Pues serán de tanteo pero me parecen muy buenos todos. Un abrazo
ResponderEliminarGracias querida Chelo, siempre encuentro en tus palabras ánimo, luz y abrigo; un abrazo entrañable y la esperanza de compartir pronto abrazos y encuentros.
EliminarMe encantan. Serán de tanteo, pero vienen para quedarse.
ResponderEliminarMe encanta cuando dices que los malos poemas tosen, pero de manera crónica diría yo. José Hierro decía que no sabía cómo debía ser un gran poema, pero que cualquiera sabe reconocer un mal poema.
Los textos que escribo dan muchas vueltas hasta conseguir su formato definitivo, querido amigo; nunca me fío de la primera versión, suele habitar en ella la torpeza disimulada. Así que tanteo y plena luz siempre, querido Alfredo. Fuerte abrazo agradecido.
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