jueves, 30 de junio de 2022

MARGA MAYORDOMO. YUKÓN. VERSOS MESTIZOS

Yukón
Versos mestizos
Marga Mayordomo
Prólogo de Julio Mas Alcaraz
Mahalta Editorial, Colección Adivinos
Castilla la Mancha, Ciudad Real, 2022

 

EXTRAÑAMIENTO


   Los asentamientos generacionales son espacios marcados por la urgencia, como si fuera preciso delimitar los nombres propios que definen una generación y el enjambre de idearios estéticos. Esta adicción a la taxonomía escritural desubica a los fuera de sitio, a esas presencias que salen en los extremos de la foto de grupo con trazos desenfocados y periféricos. Nace entonces la necesidad del rescate, el placer añadido del encuentro personal y la sensación de habitar una literatura a trasmano, singular, distinta.
   Marga Mayordomo, Licenciada en Antropología Americana, integrante del colectivo ConVersos y la Asociación de mujeres poetas Genialogías, ha desplegado en la última década un trayecto entre páginas que aglutina el cuaderno Con los huesos al aire, y los poemarios Dedos de Martini-Dry (2013) y Pájaros tattoo (2018). El retorno post-pandémico añade en el jovencísimo catálogo de Mahalta la entrega Yukón. Versos mestizos.
   No viene mal comenzar la lectura del libro con las coordenadas que traza en el prólogo Julio Mas Alcaraz, poeta, director y guionista. La introducción “la posmodernidad de la posmodernidad” resalta de inmediato el empeño de Marga Mayordomo de vadear riberas no convencionales y de explorar usos poéticos de riesgo; no se trata de buscar una originalidad en el desconcierto sino incidir en la capacidad germinal del lenguaje y sus posibilidades expresivas y formales. También de interés, sobre todo para la mirada crítica, me parece la nota de agradecimientos porque integra magisterios y afectos, un abanico de poetas, narradores y pensadores que conforma el telar personal y que deja un muestrario de afinidades e incisiones en el ideario expresivo.
    Marga Mayordomo recurre a Clarice Lispector para domesticar el torbellino de imágenes e incertidumbres que entrelaza el extrañamiento cotidiano: “No, no es fácil escribir… Es duro como partir rocas. Pero saltan chispas y astillas como aceros pulidos” y se vuelca en el poemario con apartados matéricos que aluden a la conexión con el origen y a la capacidad de habitar una existencia trascendida en universos paralelos.
   La primera sección “Barro” comienza con una alusión cinematográfica “La chica danesa”, película dirigida en 2015 por Tom Hooper, sobre una pareja de artistas daneses, Einar y Gerda Wegener, que explora la transformación identitaria de Einar tras sustituir a la modelo femenina que su mujer, Gerda, debía pintar. Tras los exitosos retratos, ella anima a su marido a adoptar una apariencia femenina. Esta metamorfosis inesperada, habla de esa condición maleable del barro, capaz de adoptar cualquier forma. No sé si esta lectura de un cinéfilo convicto como yo cierra otras interpretaciones y sugerencias, creo que no, porque cada poema habla en su lectura con el intimismo singular de la confidencia en el mar desplegado del pensamiento. Lo mismo sucede en “Mandala” donde la fluidez del enunciado argumental se quiebra para dar al lenguaje un legado fónico en vuelo libre.
   Lo cotidiano encierra un tiempo en marcha en el que se asienta el legado cultural, como en el poema “Delirium”, pero también una ruptura del argumento lineal de la lógica que hace del fluir de la conciencia un magma informe de recuerdos, evocaciones y reconstrucciones mentales. El apartado muestra como hito principal el poema “Sobrevivientes”, una composición en fragmentos en la que sobresale la mirada social y las asimetrías de un periodo extraño que ubica en la periferia a los más frágiles y a su “cabalgata de sueños harapientos sucios”.
   En “fuego” la voz de A. Ginsberg abre senda al poema “Aullido”, aquel himno generacional beat, para explorar un intervalo de suelos líquidos, distopías, iphones y fake-news. En esta atmósfera encuentran sitio continuos referentes culturales y estelas del cine o los medios de comunicación que personifican los oscuros rincones de un presente contradictorio que no ha logrado superar la marginación y el subdesarrollo y que, sin embargo, ama lo paradójico y ha llenado la nube de poetas y de idearios vanguardistas. Contra la corrección se airea la bandera de Vallejo, poniendo el sosiego y la sensatez en el alambre y tomando cañas verbales con la revolución pendiente.
   Frente al libro unitario, Marga Mayordomo prefiere el fragmentarismo de lo diverso, las teselas aparentemente inconexas de vetas sueltas y yacimiento expandidos. En “Universos paralelos” conviven el homenaje musical de “Celia Cruz en Kinshasa” y ”Ractime (Billy Holiday)”, el intimismo confidencial de “Calima y hierba” y la recreación del teatro estático de Fernando Pessoa en el poema “El marinero”, junto a composiciones que reflejan un devenir temporal que nos moldea o el afán metaliterario para evitar decir lo obvio y hacer que la simplicidad habite la razón del lenguaje.
  Dos secciones “Hielo y “Agua” clausuran el poemario. Ambas comparten la subversión de sentido y dejan algunas claves expresivas como las del poema homónimo “Yukón” que reivindica la intensidad y el riesgo, el entorno salvaje, lejos del urbanismo domesticado y ese viaje continuo hacia el asombro y al brote germinal de quien renace. Lo lejano preserva identidades en el tiempo, formas de vida, equivalencias entre el yo y la naturaleza tan presentes en “Inuit”, “Aymara” y “Danzas mapuche”, a través de las edades en una intensa genealogía que enlaza lo colectivo con el destino concreto del hablante lírico en una suerte de mestizaje atemporal.
    Yukón. Versos mestizos es un poemario en el que la exploración lingüística se hace lugar central a través de una sintaxis fragmentada, el empleo de neologismos y dicciones foráneas y el uso en los versos de guiones dickinsonianos. Así subraya las posibilidades creadoras de Marga Mayordomo y su poesía proteica y hermética, proclive a la simbiosis y alejada del intimismo figurativo y la confidencia. Poesía del fluir y del viaje, de intensidad y riesgo; que no teme deambular por las sombras.
 
JOSÉ LUIS MORANTE
 
 

 

2 comentarios:

  1. José Luis, precisamente ayer estuve escuchando poemas de Yukón de labios de su autora. Fue en Enclave, en una lectura a dos con Verónica Aranda. Su poesía es de riesgo, como bien dices, e intensa. Una propuesta que va más allá de la comodidad. Una apuesta por el lenguaje como excitación, como revulsivo. Julio Mas habla en su prólogo de ir más allá de la modernidad, en ello está Marga. Creo que la edición está a su altura.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo sé, querido poeta, me llegó la convocatoria del evento, pero no pude asistir por el trabajo acumulado sobre la mesa. Me alegra ver el crédito editorial que va acumulando Mahalta con apuestas de interés como la antología de Francisco García Marquina, y con esta entrega, compleja y diferente, de Marga Mayordomo. Ojalá mi propuesta crítica invite a más lectores a transitar por su escritura. Fuerte abrazo.

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.