Skyline de Bangkok Fotografía de Adela Sánchez Santana |
ÉL NO ESTÁ AQUÍ
Vívía en una ausencia replegada,
como el cuerpecillo de un caracol
J. L. M
Él no está aquí. Está su
desilusión, como un espejo al fondo del pasillo donde nadie se mira por falta
de luz tibia. Está el cansancio que se anticipa al lunes y se apila en la noche
de los jueves. Está el dudoso oficio de algún sueño volátil y está el sabor
salobre del pasado.
Pero él no está aquí.
(De Cuentos diminutos)
Hola cuentista. Él no estaría pero su esencia se dejaba ver muy bien. Un saludo entrañable.
ResponderEliminarQué alegría encontrarte aquí, querido Paco, espero que tu nuevo tiempo laboral deje sitio a la escritura y a tu sosegado devenir. Yo sigo con muchos proyectos y con estos relatos escuetos, que avanzan con el sosiego de lo necesario. Un gran abrazo agradecido.
EliminarEs un cuento que me da mucho que pensar... hay tantas cosas que no están y sin embargo están presentes en la estela de su ausencia...
ResponderEliminarInquietante, tu cuento diminuto de hoy José Luis.
Que la semana empiece muy bien para ti.
Gracias querida Sandra y el mismo deseo, que tengas un despliegue laboral que deje sitio a emociones y palabras, a ese quehacer que une realidad y sueño. Un abrazo.
EliminarQué gusto es leerte.
ResponderEliminarAbrazo casi de lunes.
Qué gusto siempre esperar tu regreso, Gabriela, aunque sea con estas piezas diminutas que hablan de soledad y desamparo. Que tengas un día excelente. Salud y poesía.
EliminarParafraseando a Parménides, más o menos: Pues ni hay ni habrá nadie ajeno aparte de quien está. O de quien no está, y esto ya lo digo yo.
ResponderEliminarA veces los pormenores diarios borran nuestra identidad, querido amigo, y nos hacen espejismos... Él no está aquí, es un habitante diario de los sueños. Un abrazo.
Eliminar