Línea defensiva (Las Cogotas) Imagen de Rubén Sánchez Santana |
EL DESERTOR
Huyó. Todos pensaron que era un mal soldado. En la trinchera se instaló el silencio. Resentidos, los ojos sondeaban indicios sobre quién sería el próximo
desertor. El huido regresó entre la noche. Lo hizo con pasos humildes; abrumado bajo un voluminoso fardo de
provisiones, mantas y medicamentos. Trajo también una sonrisa para quienes
borraron su largo pasado de lealtad o dibujaron con sus facciones una
caricatura del cobarde.
Nada dijo al volver; había amanecido. Podían resistir.
(De Cuentos diminutos)
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