miércoles, 31 de julio de 2024

VIVIR AL MARGEN (Diario)

Al margen
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia

 

 VIVIR AL MARGEN

    
  Aunque desempeñe su labor comunicativa habitual o sea un asunto privado, la escritura  necesita un contexto previo, un encuadre correcto que no desfigure sus bordes. Sin él la ternura se convierte en erotismo y el erotismo simula ser pornografía. Su comprensión requiere, por tanto, una mentalidad expandida para aceptar que los mensajes contienen otras percepciones de la realidad; las palabras  viven, están, emergieron desde el limo en un espacio y tiempo concretos.
 
   Valoro mucho la confianza, esa luz que oculta la niebla, esas gotas frescas que alejan la sed.
 
  El optimista es proclive a la grandilocuencia; cree que la amistad es fuerte, como la raíz de una secuoya. Así que sufre un terrible efecto erosivo en su ánimo cuando descubre que la reptante raíz que imaginaba es solo un hilo suelto, el expandido temblor de una telaraña.
 
   El tiempo desvela una paciente labor de sondeo para alumbrar identidades, tramas y personajes que reconstruyen con fidelidad nuestras relaciones sociales. En ellas, la soledad camina una propuesta introspectiva, elegíaca e intimista.
 
   El ahora se convierte en tiempo narrativo de una identidad incierta. Soy una estela que pregunta con insistencia, en primera persona, al despertar de su memoria por sus indicios sentimentales.
 
    Los otros, esas islas cambiantes, con aproximaciones esporádicas.

(Al margen. Diario de verano)



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