LLAMADAS RESTRINGIDAS
Ella desconocía, imagino, que tras las estrepitosas facturas cursadas por Movistar, yo había cambiado de número de móvil. Supongo también que cuando concluyó su periplo estudiantil por difusos destinos universitarios buscó mis señas a resguardo en su agenda y escuchó con paciencia el mensaje operativo de cortesía:
- Este número tiene las llamadas restringidas. Lamentamos no poder establecer la comunicación con el abonado. Inténtelo en otro momento. Muchas gracias...
Siguiendo las amables intrucciones de modo literal, volvió a llamar una y otra vez pero en mi móvil nunca se cobijó su voz ni el tono confidente de la cita posible. No soy un narrador omnisciente que dispone de hilos privilegiados.
Y así estuvimos solos y atemporales, con la inquietud y el pensamiento caminando en círculos de dunas mientras en el interior de nuestra amistad crecía un gran silencio.
Epílogo con dedicatorias:
A Dolores Leis, que pone raíces de ternura en cada amanecida literaria.
A Karmelo C. Iribarren, que compartió conmigo unas páginas de La ciudad.
A Amanda Cabezas, que no sabe mi número de móvil.
A Pilar Blanco, que sonríe y se hace verano.
A Luis Felipe Comendador, que tiene las llamadas restringidas.
A Abel Santos, mientras oía jazz a medianoche.
Cambiar de número de teléfono o perder parte de la agenda es como romper ese débil hilo que nos une al pasado. Hay veces en que la tecnología se alía con el destino para separar a dos personas, eso no sucederá con nosotros.
ResponderEliminarGracias por tan linda dedicatoria que me ha provocado miles de sonrisas.
Bstos.
Me ha venido bien desconectar la semana semana. Ya sabes cuánto de sacrificio y dedicación tiene la literatura. Y en cada regreso percibo que solo unas pocas personas esperaban la vuelta y tenían preparado y con la luz disponible el rincón necesario. A tu lado siempre hay un flexo de ternura... Y en Rivas eso sucede con poca gente.
EliminarA José Luis Morante, que se va y siempre vuelve, eso sí, con energías renovadas y ese afán de quien hace tono de vida el refrán: "De bien nacidos es ser agradecido". Todo ha vuelto a la normalidad, gracias a Dios.
ResponderEliminarQuerido Paco, también mi regreso se hace con más sosiego si encuentro cerquita tu vitalismo optimista. Enhorabuena por los acontecimientos familiares y disfruta de este tiempo extraño que nos toca vivir... Sé que todo esto tiene sentido por gente como tú.
EliminarQuizá mientras en el interior del silencio crecía una gran amistad. Puede que haya sentimientos ante los que sobre la palabra.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Claro que sí, Amando, hay sentimientos que no se verbalizan, que permanecen quietos con el mismo tacto del afecto, inalterables al óxido y la herrumbre.
EliminarAlgunos de mis amigos permanecen en ese lugar sin coordenadas.
Un fuerte abrazo y feliz verano.