Paseo por las Hoces del Duratón Fotografía de Javier Cabañero |
EL OLOR DEL BOSQUE
Para Irene y Javier
En el seno del bosque un rumor de presencias fugaces. No
estoy solo. Están.
Descubro cerca una camaradería secreta entre
realidad y geografías imaginarias.No te equivoques: la razón oposita cada día a magma informe.
Esos gestos inadvertidos que hacen del sol una luz artificial, propicia para hilvanar pasos perdidos.
La orfandad del solitario es el epitelio de la ternura.
El Bosque: la entidad sagrada de los primeros pobladores americanos del norte donde habitaba The Weindigo (El que camina en el viento) y otras presencias silenciosas e invisibles. En tu poema, querido poeta, lo insinúas.
ResponderEliminarUn abrazo desde el frío y la lluvia de Tierra de Campos.
Un abrazo desde el cielo lánguido de Rivas. percibí hace unos días el bosque en toda su riqueza. El silencio que habla, la pelta cromática del entorno, la hospitalaria humedad que acaricia los pasos... Una experiencia gratificante. feliz día, querido amigo, con rumor de lluvia.
EliminarDe tu admirado Ángel González:
ResponderEliminarBosque
Cruzas por el crepúsculo.
El aire
tienes que separarlo casi con las manos
de tan denso, de tan impenetrable.
Andas. No dejan huellas
tus pies. Cientos de árboles
contienen el aliento sobre tu
cabeza. Un pájaro no sabe
que estás allí, y lanza su silbido
largo al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo. Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.
Gracias por el poema. Ángel González es siempre un imprescindible. Como el bosque. Abrazos mariscaleños.
Eliminar¡Ah! ¡ cuánto necesitamos hilvanar los pasos perdidos! en este bosque común en el que andamos desorientados y sin valores sólidos que nos arropen. Muchas gracias por tus aforismos José Luis, y feliz domingo.
ResponderEliminarVaya haiku excelente que dejaste ayer en tu blog. Me encantó, la verdad, como me encantó ver que amigos de Rivas se acercan a tus poemas. Al cabo, estos artigios digitales son buenas estrategias para hallar nuevos lectores.
EliminarY naturalmente, agradezco mucho, ese paseo común por el bosque sosegado de los afectos. Gracias, poeta.
En el seno del bosque confluye toda la soledad del mundo con la mayor multitud de presencias. Cada paso del hombre es un busqueda, muchas veces, la búsqueda de uno mismo. Me gusta mucho "tu epitelio de ternura". Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Carmela, sin duda cada suma de pasos es la búsqueda tenaz de un itinerario a completar con palabras y sueños. Gracias de corazón por tu comentario y por esa reflexión atinada sobre el ser de cada uno. Feliz domingo.
Eliminar