Silencio |
ATARDECER
Un silencio tangible
inclemente quemaba los restos de la tarde.
El viento de levante recogía muchachas
y las depositaba en los cercanos bares
del paseo marítimo.
Emulaban los toldos de las cafeterías
briosos estandartes cabalgando
en pos de la batalla.
Solo tú perdurabas, como un dios estelar,
siguiendo las consignas de las contemplaciones,
escribiendo en la arena con tus pasos,
cautiva de un paisaje
inmóvil, denso, azul.
(De Pulsaciones, Takara Editorial, Sevilla, 2017)
Ese silencio tan deseable...
ResponderEliminarIgual que tierra adentro, el silencio es necesario porque contiene muchas respuestas. Abrazos.
Eliminar"Solo tú perdurabas" esa manera tuya de quitar el aliento.
ResponderEliminarHermoso, poeta.
Buenos días, poeta, ya sabes que nada hay más grato que podamos seguir colaborando juntos, así que agradezco mucho tu continua amistad.
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