En el escaparate del yo (Venecia a flote) |
Máscara
Reposa en el sillón, inoperante,
mi trasnochada máscara de oficio.
Por su silencio asciende
la falsedad creíble,
el material que integra
lágrimas y sonrisas,
el que elude por miedo,
el que pone la brida en el galope,
el que nos colma el vaso
de sanas intenciones
y cordiales deseos,
el que deja razones suficientes
para justificar la amanecida.
Su logrado artificio
oculta las estrías.
Se hizo con materiales resistentes.
Con ella se completa mi disfraz.
(De Mapa de ruta)
Todos llevamos una máscara en mayor o menor medida, ¿quién no?, el caso es que la máscara no se pegue tanto a nuestra piel que acabe por formar parte indisoluble de ella.
ResponderEliminarMe gusta mucho el poema, José Luis. También tengo yo uno sobre "caretas" en mi plaquette "Poemas del frío". Da par mucho el tema.
Feliz finde y abrazo!
Gracias por tu lectura, querida Sandra Sánchez; ya sabes que los contraluces de la identidad son un tema básico de mis poemas, como es básico siempre en este puente de papel tu compañía. Fuerte abrazo.
EliminarPrecioso poema. A veces hay que ponerse la máscara, ante determinadas personas para ponerte a salvo.
ResponderEliminarGracias por tus poemas. Los leo aunque hasta ahora no te haya dejado comentarios.
Un abrazo.
Gracias querida Carmen Salas, me alegra saber que estos puentes de papel dejan tus pasos cerca, sobre ese suelo firme del afecto. Fuerte abrazo.
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