Hola Tracy, la evocación es selectiva y deja en la sombra aquellas secuencias vitales que nos causaron dolor. La vida es siempre una historia en fragmentos, un cristal que se recompone sin saber muy bien como pegar sus trozos. Un fuerte abrazo.
Nuestro cerebro elimina todo aquello que destroza las entrañas hasta que, poco a poco, nos devuelve imágenes que podemos soportar. Como en el cristal quedan cicatrices, pero ya no sangra la vida. Eres un placer en estos días de verano... (también). Besos.
Querida María, es siempre un privilegio contar con tu afecto en este blog; los sueños quedan y la evocación de su existencia nunca es continua sino que llega a trozos, como fragmentos de un cristal. Un fuerte abrazo.
... y saltando etapas de la vida...
ResponderEliminarHola Tracy, la evocación es selectiva y deja en la sombra aquellas secuencias vitales que nos causaron dolor. La vida es siempre una historia en fragmentos, un cristal que se recompone sin saber muy bien como pegar sus trozos. Un fuerte abrazo.
EliminarNuestro cerebro elimina todo aquello que destroza las entrañas hasta que, poco a poco, nos devuelve imágenes que podemos soportar. Como en el cristal quedan cicatrices, pero ya no sangra la vida. Eres un placer en estos días de verano... (también). Besos.
ResponderEliminarQuerida María, es siempre un privilegio contar con tu afecto en este blog; los sueños quedan y la evocación de su existencia nunca es continua sino que llega a trozos, como fragmentos de un cristal. Un fuerte abrazo.
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